Actividades 2 de Bachillerato

Tema 1

  1. Comenta y constata la diferencia entre el amor cristiano y el amor "del mundo", a tenor de la pelicula proyectada: "No estás sola Sara". Explica cómo debe ser el amor y expón la idea principal del texto más abajo, exégesis de 1 Cor. 13.


Quisiéramos destacar que hay tres palabras en el griego que se traducen por nuestra palabra amor. En primer lugar tenemos la palabra "eros", que se usa para describir pasión, la lujuria. Se usa para Afrodita y Eros, y como nosotros lo conocemos, para Venus y Cupido. En la actualidad, nuestra palabra "sexo" sería una adecuada traducción para esa palabra griega "eros", que no aparece en absoluto en el Nuevo Testamento. Luego tenemos la palabra "fileo" que quiere decir afecto, o cariño. La encontramos en una palabra como Filadelfia, y también en filántropo; sería, por ejemplo, el amor de hermano. Es el amor humano en su forma más elevada, es un amor noble.
Y luego, la palabra ágape es la más elevada para el amor en el Nuevo Testamento, y nos habla del amor divino. Es más que un amor en las emociones; es amor en la voluntad. Es la definición de Dios, porque Dios es amor.
Quien ama verdaderamente “no busca su propio interés”, “no toma en cuenta el mal recibido”, “todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta” (cf. 1 Co 13, 4-7). Al final, cuando nos  encontremos cara a cara con Dios, todos los demás dones desaparecerán; el único que permanecerá para siempre será la caridad, porque Dios es amor y nosotros seremos semejantes a él, en comunión perfecta con él.  Por ahora, mientras estamos en este mundo, la caridad es el distintivo del cristiano. Es la síntesis de toda su vida: de lo que cree y de lo que hace. El amor es la esencia de Dios mismo, es el sentido de la creación y de la historia, es la luz que da bondad y belleza a la existencia de cada hombre. Al mismo tiempo, el amor es, por decir así, el “estilo” de Dios y del creyente; es el comportamiento de quien, respondiendo al amor de Dios, plantea su propia vida  como don de sí mismo a Dios y al prójimo. 


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